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Queríamos croquetas, que eran de jamón ibérico y costaba casi 9,20€. Pero se nos olvidó pedirlas. Si quedamos con hambre, las pedimos.
Iva no incluido
Tienen Cachopo de chosco, queso vidiago y pimientos bicolor y por supuesto lo pedimos, pero al rato ya nos dijo que no queda chosco, así que el cachopo de cecina con dos quesos: manchego y la peral. A ver que tal.
Estuvo bien. Cachopo de los finos. Queso no homogéneo pero cuando toca queso es abundante. Lo mismo ocurre con la cecina. Rebozado crujiente y poco aceitoso. Carne muy fina pero tierna. Escaso de patatas.
El queso no sabía ni a manchego ni a la peral. Más bien parecía sandwich y cheddar.
En conclusión: Carne fina de color blanco. Queso mal repartido y suave para lo que prometen y promete cachopos que no hay. 17,90€ que nos costó.
El chorizo criollo aunque estaba bueno nos pareció una tomadura de pelo. Gordito y sabroso, eso sí, pero demasiado poco. Parecía medio criollo y escaso. Se puede ver en la foto. En esta ocasión se ha sacado la foto sin comer ningún trozo de criollo. 6 trozos de criollo. Chico… la crisis… 3,30€ con el iva incluido. Más de medio euro por trozo de criollo.
Los calamares también escasos. «Calamares al estilo crujientes». Pregunté qué era y son simplemente calamares rebozados. La cantidad de calamares es también muy escasa aunque estaban buenos. Pero 12,32€ por ese miniplato de calamares que dudamos si eran frescos me parece una burla al consumidor.
Lo que pedimos estaba bien. No era para tirar cohetes pero tampoco estaba malo del todo. Pedimos varias cosas más pero resulta que no la tenían. En el sitio había un poco de pasotismo. Nos costó bastante pagar la cuenta ya que no la traían (y eso que estábamos prácticamente solos). La pedimos varias veces y tuvimos que correr detrás de camarero para pagar.
Al marchar entendí por qué no había mucha gente. No cuidan a los clientes. Lástima, porque no estaba mala la comida.
No repetiremos.
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