Cachopo en La Estación, Candás

¡Candás! qué sitio más guapo para dar un paseo, disfrutar de un agradable día y, por qué no, comer un buen cachopo.
Sinceramente… era tarde y estábamos muertos de hambre, así que fuimos al primer sitio que vimos. Cerca de la entrada en un sitio que se llama La Estación. No tenía mala pinta. Había gente comiendo carne a la piedra, otros mariscadas… ¡pa dentro!

Nos encontramos con dos tipos de cachopos. El clásico de jamón y queso, 15€, y el cada vez más cotizado, de cecina y queso de cabra por 16€. Como teníamos hambre y el camarero nos dijo que es para una persona sólamente, pues pedimos los dos.
Ambos los encontramos muy parecidos salvo el relleno. La carne estaba tierna, cosa que se agradece. Encontramos un ligero sabor a ajo en la carne. Yo en casa siempre macero la carne con ajo y sal, pero nunca lo vi en un restaurante. El sabor a ajo es muy muy ligero. Bien de queso, cosa que no se puede decir de muchos sitios y el jamón era muy tierno. En conjunto hace un cachopo muy tierno y jugoso.

El de cecina tiene pocas variaciones. El rebozado en este caso se despegaba, pero nada grave. Tenía un fuerte sabor a cecina y al tener un queso más seco, su resultado es que no es un cachopo tan jugoso como el de jamón. Aún así nos prestó mucho. Por 16€ bien merece la pena.

Como siempre, algún entrante tiene que caer. Las croquetas tenían muy buen rebozado, crujiente. La bechamel muy bien y sin grumos. No estaba fuerte ni tampoco espeso. En una escala del 0 al 10… un 7. Buena cantidad, buen tamaño y buen precio: 8€.

Los calamares estaban durillos, como tiene que ser. Estaban buenos y se notaban que eran frescos. 14€, precio razonable para unos calamares frescos, sobretodo si vienen en cantidad como la que vinieron.

El postre fue brutal. Milhojas relleno con helado (que rico y prestoso) y arroz con leche. Aunque las conté y no llegaban a mil, sí hace un postre riquísimo, que para más inri, lo bañan en chocolate caliente con un sabor que se nota a distancia que es casero. Y por 4,5€ merece mucho la pena.

Pa repetir, sin duda. Por el postre y por platos que vimos pasar y nos quedamos con las ganas.